Pero para la India, el torneo eliminatorio entre cuatro naciones tiene múltiples significados. Sería un retrato perfecto de lo que nos espera, al menos durante los próximos cuatro meses. Si bien es consciente del desafío que plantea Irak, India no estará obsesionada con lograr una victoria y llegar a la final, donde jugará contra los ganadores de la otra semifinal entre Líbano y Tailandia. Ya miran hacia su destino: la Copa Asiática AFC en enero. Es sólo el comienzo de su largo y traicionero viaje.
El equipo de Stimac ya ha ganado tres trofeos este año: el torneo Tri-Nation en Imphal en marzo, la Copa Intercontinental en Bhubaneswar en junio y el Campeonato SAFF en Bengaluru en julio. Si bien esos resultados colocaron a la India nuevamente entre los 100 primeros en la clasificación de la FIFA, todos esos torneos se jugaron en casa. No hay que olvidar que India venció a Líbano y Kuwait en su camino hacia sus títulos, pero la Copa del Rey será la prueba más importante para India, en términos de condiciones, en 2023. Será la primera gira por el extranjero para los muchachos de Stimac mientras se preparan para el Campeonato Asiático. Copa en Qatar.
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