Dos de las potencias del fútbol mundial de los últimos tiempos se enfrentan esta noche en las semifinales de la Eurocopa 2024. ¡Sí, es España contra Francia! España, campeona del mundo en 2010 y favorita para muchos a ganar la edición actual, ha ganado el torneo tres veces (las Eurocopas de 2008 y 2012, y la anterior en 1964) y es la selección con más victorias, junto con Alemania, a la que despachó en cuartos de final a pesar de las ventajas de esta última, que cuenta con el apoyo de su público local y conoce las condiciones climáticas.
En realidad, España ha sido el equipo a batir en todo el torneo hasta ahora. Goleó 3-0 a Croacia, subcampeona del mundo en 2018, en su primer partido de grupo, antes de conseguir victorias contra Italia, vigente campeona, y Albania. En su choque de octavos de final, venció a una Georgia con mucha confianza, que había vencido a Portugal en un encuentro de grupo. Pero el viernes, contra Alemania, tuvo su mayor prueba hasta el momento, una que superó con gran éxito.
En el MHPArena de Stuttgart, el equipo parecía encaminarse a semifinales sin problemas, cuando el gol de Florian Wirtz a un minuto del final permitió a los anfitriones volver a meterse en el partido. Durante todo el encuentro, que fue un clásico a todos los efectos por la calidad del fútbol desplegado, España demostró un gran control ante las adversidades. Cuando se adelantó en el minuto 51 gracias a un gol de Dani Olmo asistido por la superestrella juvenil Lamine Yamal, para muchos el partido ya había llegado a su fin. Sin embargo, Alemania y Wirtz tenían otras ideas.
La mayoría de los equipos, comprensiblemente cansados después de 90 minutos de tanta intensidad, probablemente se rindan y crean que probablemente no fue su día. Está el ejemplo de Eslovaquia, que en cuestión de segundos pasó de alcanzar los cuartos de final a quedar fuera del torneo. Iban ganando por un gol a falta de 86 segundos para el final del partido cuando dos goles rápidos (uno en el tiempo añadido por parte de Jude Bellingham y otro en la prórroga por parte de Harry Kane) dieron la vuelta a la situación y, sin más, Eslovaquia quedó eliminada.
Pero España no es Eslovaquia. El gol de Wirtz fue un duro golpe, pero se recuperaron muy rápido y siguieron luchando, y obtuvieron su recompensa en los últimos minutos de la prórroga con un cabezazo de Mikel Marino que selló su pase a semifinales. Olvidemos las victorias anteriores de España en el torneo, se merecen el trofeo solo por esa actuación. Muchos se creerían esa idea.
Por otro lado, Francia no ha tenido un desempeño tan impresionante y la única razón es la forma mediocre de su delantero estrella Kylian Mbappé. El campeón de la Copa del Mundo de 2018, subcampeón de la Copa del Mundo de 2022 y uno de los dos jugadores que anotaron un triplete en la final de la Copa del Mundo, Mbappé se rompió la nariz en el encuentro inaugural del equipo contra Austria. Se perdió un partido por eso. Aunque regresó con un avatar enmascarado en el último partido del grupo del equipo, no ha lucido en su mejor momento desde entonces.
¿Es de extrañar entonces que Francia, dos veces campeona de la Eurocopa y dos veces campeona del Mundo, haya marcado sólo tres goles en sus cinco partidos hasta ahora en el torneo?
La buena noticia es que, a pesar de sus problemas en ataque, han logrado sumar victorias y empates y no perder ni una sola vez. En su choque de octavos de final, superaron a Bélgica, uno de los equipos mejor clasificados de Europa, y luego, en cuartos de final, vencieron a Portugal, campeón de 2016, en la tanda de penaltis.
Esta noche, en el Allianz Arena de Múnich, todas las miradas estarán centradas en Mbappé. Si consigue repetir su rendimiento en el Mundial de 2022, las posibilidades de Francia de alcanzar la final se multiplicarán. ¡No hay vuelta de hoja!
Sea quien sea el vencedor, tened por seguro que va a ser otro partido de risas tras el España-Alemania. La ausencia de Pedri, que se lesionó la rodilla al principio del encuentro contra Alemania y desde entonces ha sido descartado para el resto del torneo, no debería afectar a la moral de España, que prácticamente jugó todo el cuarto de final sin él y ganó.
Al fin y al cabo, en este momento la selección española parece clara favorita y sólo Mbappé puede ponerle palos en la rueda.
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