
El promotor de Matchroom, Eddie Hearn, explica que se involucró en un amistoso con la superestrella de UFC Conor McGregor el pasado sábado por la noche en el 3Arena Arena de Dublín.
McGregor estaba en primera fila para apoyar a su amiga cercana Katie Taylor, quien no tuvo éxito en su intento de capturar la corona indiscutible de peso welter junior de manos de Chantelle Cameron.
Antes de que se llevara a cabo el evento principal, McGregor vio a su compatriota, Gary Cully, sufrir la primera derrota de su carrera profesional cuando fue noqueado en tres asaltos por el veterano mexicano José Félix.
Sobre el papel, parecía una prueba difícil que Cully debería haber superado.
Felix entró en la pelea con derrotas consecutivas a manos de Sandor Martin y Tyrone McKenna.
Hearn cree que es hora de que Cully suba al peso welter junior. Cully, que mide 6’2, ha estado trabajando duro para alcanzar el límite de peso ligero de 135 en los últimos años.
Cully tenía una ventaja de tamaño significativa, pero hizo muy poco por él cuando Félix atrapó el primer gran golpe en la barbilla, lo que envió a Cully a estrellarse contra la lona en el tercero. Fue derribado por segunda vez momentos después, y luego castigado con grandes golpes hasta tirar la toalla.
“Nunca se recuperó de la primera caída. Se emocionó mucho, levantó la barbilla, lo golpeó un mexicano que sabe pegar. Tuve una pequeña pelea, una pelea amistosa con Conor McGregor, porque él dijo: ‘¿Por qué lo pusiste con él?’ Tienes que golpear a los niños así. Tyrone McKenna lo venció, Sandor Martin lo venció. Estás hablando de que Gary Cully es un peso ligero de clase mundial, tienes que vencer a tipos así”, dijo Hearn a IFL TV.
“Lo habría vencido si fuera un boxeador inteligente, pero fue una derrota devastadora y aprenderá mucho de ella. Regresará de esto y es posible que también deba buscar subir a 140 libras. Se ve tan cansado con ese peso y pesaba 138 libras.
