La leyenda británica se retiró después de su agotador encuentro contra Seksan Or Kwanmuang en UNO 168: Denver el pasado viernes 6 de septiembre.
“The Hitman” no tuvo el guión que esperaba para su salida. En un choque de Muay Thai en peso pactado de 140 libras, sufrió una desgarradora derrota por nocaut técnico a manos del fuerte pegador tailandés.
Frente a una multitud reunida en el Ball Arena, colocó sus guantes en el centro del círculo, un gesto conmovedor que significaba su final.
Harrison siempre ha sido un competidor feroz, impulsado por un deseo inquebrantable de actuar al más alto nivel.
Sin embargo, aunque su espíritu seguía dispuesto, reconoció que su cuerpo ya no estaba a la altura de las exigencias del deporte.
“Es que mi cuerpo me está fallando, me estoy lesionando, me están derribando con golpes que antes no me derribaban. Es devastador, pero es el Padre Tiempo”, dijo a los medios durante la conferencia de prensa posterior al evento.
A pesar de la naturaleza sombría de su pelea final, Harrison expresó su profunda gratitud por la oportunidad de concluir su carrera bajo las luces brillantes.
“Es lo que es. Estoy muy agradecido de haber tenido la oportunidad. Aunque no gané esta noche, estoy agradecido por la oportunidad de tener las peleas más locas. Aunque no gané, lo que aún tengo en abundancia es que todavía tengo mi corazón”, dijo.
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