Todo comenzó en junio de 2022, cuando el Tokyo Dome acogió un monumental choque de kickboxing entre ambos. Los 56.399 espectadores, con entradas agotadas, fueron testigos de una batalla épica que terminó con Nasukawa reclamando la victoria por una cerrada decisión unánime.
Desde aquella fatídica noche, ambos hombres han tomado caminos divergentes.
Nasukawa tomó la audaz decisión de retirarse del kickboxing y se aventuró en el deporte del boxeo.
Por otro lado, Takeru continuó subiendo de rango, solidificando su estatus como uno de los mejores kickboxers libra por libra del mundo actual.
A pesar de su rivalidad pasada, Nasukawa ha adoptado una postura sorprendente en la narrativa. En lugar de albergar animosidad, ha optado por elogiar a Takeru, reconociendo a su compatriota como el abanderado del kickboxing.
“Ahora que ya no estoy en el kickboxing, él es el ícono del kickboxing”, dijo la superestrella japonesa durante una conferencia de prensa de su pelea del 23 de enero contra Luis Robles Pacheco.
“Cuando piensas en kickboxing, ahora piensas en Takeru. Entonces, espero que muestre con orgullo la esencia del kickboxing y lleve ese orgullo con firmeza”.
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