Gareth Southgate ha enfrentado constantes críticas como entrenador de Inglaterra en la Eurocopa 2024. Llegar a la final podría reavivar su relación con los seguidores del equipo.
Un entrenador que alguna vez fue idolatrado por los fanáticos de su equipo (y con el récord de éxito más consistente de cualquier entrenador de Inglaterra) había sido el blanco de una lluvia de vasos de plástico por parte de fanáticos descontentos en un partido y de críticas de los comentaristas de la televisión británica por su enfoque cauteloso.
La victoria 2-1 del miércoles sobre Holanda en las semifinales de la Eurocopa 2024 podría cambiar todo eso. El equipo de Southgate jugó con un estilo más abierto y ofensivo durante gran parte del partido, y su decisión de sacar al capitán Harry Kane dio sus frutos cuando el suplente Ollie Watkins anotó un dramático gol de la victoria en el tiempo añadido.
“Todos queremos ser amados, ¿no? Cuando haces algo por tu país y eres un inglés orgulloso, cuando no sientes eso y cuando todo lo que lees son críticas, es duro. Así que poder celebrar la segunda final (después de la Eurocopa 2020) es muy, muy especial”, dijo Southgate, rindiendo homenaje a los aficionados ingleses que viajaron.
“Si no hubiera estado en el césped, habría estado mirando y celebrando como ellos. Somos almas gemelas en muchos sentidos, pero, por supuesto, soy yo quien tiene que elegir un equipo. Así que poder darles una noche como la de hoy es muy especial”.
Southgate fue visto alguna vez como alguien que reconectó a Inglaterra con su base de fanáticos, haciendo que se volvieran a enamorar del equipo.
Los seguidores cantaron que Southgate era “el indicado” y el chaleco que usó en el Mundial de 2018 se convirtió en uno de los símbolos icónicos de su primer gran torneo a cargo.
Pero una derrota en los penales ante Italia en casa en la final de la Eurocopa 2020 pareció mostrar para algunos los límites de sus tácticas cautelosas, ya que Inglaterra intentó y no pudo defender una ventaja temprana de 1-0.
En la Eurocopa 2024, el camino de Inglaterra hacia su partido de semifinales contra Holanda incluyó algunos partidos que fueron difíciles de ver: Inglaterra no tuvo un solo disparo a portería hasta bien avanzado el tiempo añadido contra Eslovaquia en los octavos de final, y en el minuto 80 contra Suiza en los cuartos de final. Ambos goles fueron cruciales que mantuvieron vivas las esperanzas de Inglaterra.
Hasta el miércoles, el experimento más notable de Southgate en Alemania fue uno que fracasó: utilizar al lateral derecho Trent Alexander-Arnold como mediocampista central en la victoria inaugural por 1-0 sobre Serbia y el empate 1-1 con Dinamarca.
Inglaterra se enfrentará a España en la final del domingo, a un partido de lo que sería su primer trofeo masculino desde que ganó la Copa del Mundo de 1966 en su suelo natal.
“La única razón por la que acepté el trabajo fue para intentar que Inglaterra tenga éxito como nación y mejorar el fútbol inglés. Estoy inmensamente orgulloso de haber podido llevar al equipo a su primera final en el extranjero”, afirmó Southgate.
“Jugamos contra el equipo que ha sido el mejor del torneo y tenemos un día menos para prepararnos, así que es una tarea enorme. Pero todavía estamos aquí y estamos luchando”.
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