El resultado del Grupo E también significó que la Lazio de Italia avanzara a la fase eliminatoria después de su propia victoria por 2-0 sobre el Celtic, que fue eliminado junto con el Feyenoord.
Animado por la atmósfera siempre intimidante en De Kuip para lo que era un partido que debía ganar, el Feyenoord comenzó de manera brillante, con el extremo gambiano Yankuba Minteh casi metiendo el gol a los ocho minutos.
El Atlético desperdició una oportunidad de oro pocos minutos después, una jugada sedosa que liberó al delantero internacional español Álvaro Morata, quien falló su mano a mano con el portero.
Pero los gigantes españoles se adelantaron en el minuto 14, una calamitosa defensa que silenció a la ruidosa multitud de Rotterdam.
La defensa del Feyenoord no pudo hacer frente a un centro inofensivo y el balón entró en la portería del lateral derecho Lutsharel Geertruida después de una confusión con su portero.
Los locales parecían conmocionados y casi dejaron entrar a Morata de nuevo, pero de alguna manera logró rematar desviado.
El Atlético llegó al partido en excelente forma y resultó demasiado para la defensa del Feyenoord, que tuvo problemas para hacer frente a los movimientos de Morata y de la estrella francesa Antoine Griezmann.
Pero los campeones holandeses no son fáciles de defender, especialmente en casa, y continuaron presionando, furiosos porque a Minteh no le concedieron un penalti cuando cayó en el área.
Y fue el Feyenoord el que puso fin a una primera mitad vibrante, dándole al técnico Arne Slot algo con qué trabajar en el descanso.
Los Rojiblancos casi regalaron un gol a sus oponentes después del descanso, ya que el veterano internacional belga Axel Witsel tuvo la posesión, pero Santiago Giménez no pudo anotar.
El Feyenoord fue castigado minutos después cuando el Atlético duplicó su ventaja con un maravilloso gol del defensa Mario Hermoso, quien remató de volea desde un ángulo increíblemente cerrado.
El gol seguro dejó sin aliento al equipo local, mientras el equipo español mostró su clase con movimientos amplios que abrieron la defensa del Feyenoord.
Morata y Griezmann estuvieron a punto de poner la guinda al pastel del Atlético antes de que el centrocampista defensivo Mats Wieffer se elevara más alto en un córner para cabecear y darle algo de esperanza a De Kuip.
Unos últimos 12 minutos incómodos hicieron señas para el equipo español, pero otro gol en propia puerta puso aguas claras entre los dos equipos y selló el resultado.
Al defender un tiro libre brutalmente azotado por el Atlético, el delantero del Feyenoord Giménez cabeceó fuera del alcance de su propio portero, completando una noche de angustia para los campeones holandeses y sus aficionados.
ric/dmc
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